sábado, 23 de abril de 2016

La historia que empecé y nunca terminé

Lo primero, feliz día del libro. Bueno, como os dije en el Best Blog hace tiempo empece a escribir una historia de la cual solo mi madre y mi hermana sabían su existencia. Hoy me he animado a compartirla con vosotros y que deis vuestra opinión. Desde ya, os aviso que tiene muchos parecidos a La quinta ola de Rick Yancey ya que me inspire en ese libro al escribirlo. Espero que os resulte interesante y os guste.

Era 17 de Abril de 2024, cuando desperté entre sudores en el frío suelo de "mi habitación". Si, lo digo entre comillas ya que no es mi habitación, ni mi casa, ni es nada mio. Estoy en una sucia y fría habitación, que pertenece a la universidad de Harvard en Cambridge, Estados Unidos; junto a mi compañera, que me ronca fuertemente en el oído. Después de la rebelión de los Axos, todo nuestro mundo se volvió patas arriba. Llevo 5 duros y largos meses en este sitio, preparándome día a día para una guerra que nunca llega. Estoy adentrándome en mi mente cuando de repente oigo esa terrible puerta de metal que chirría cada vez que se abre. Me hago la dormida al ver esas viejas y sucias zapatillas verdes. No era un soldado, ellos siempre llevaban botas negras; relucientes y si ningún solo rasguño. Entró en la habitación metiendo el máximo ruido posible, tirando todo al suelo... Se acercó a mi, y empezó a darme una serie de patadas, una detrás de otra. La primera fue al estomago, seguidamente me dio otra en las costillas, y así repetidamente hasta que tosí.

 - Esto para que aprendas...- me asignó otra patada en el costado- si te tumbas sobre el suelo que sea para limpiarme las zapatillas, ladrona.

Acto seguido, se dirigió hacia mi compañera y le agarró del pelo; la verdad es que no recuerdo su nombre, siempre ha sido muy callada. Después de arrancarle algún que otro pelo, salió de la habitación dejando la puerta entre abierta.

Ahora que por fin me he podido relajar, os voy a contar la historia de los Axos. Durante la evolución de la humanidad la tecnología también ha ido avanzando cada vez mas. Hace mas o menos un año, los Axos; robots pequeños creados para ayudar a la gente, se revelaron. De la noche al día nuestro mundo había sido destruido. Los edificios mas altos habían sido demolidos, las escuelas quemadas, los supermercados bombardeados...etc. Cualquier cosa que pudiésemos utilizar para aprender o mismamente para seguir viviendo había sido destruida. Mataron a sus dueños, a algunos los usaron como esclavos, al igual que nosotros hicimos con ellos. Yo nunca tuve un Axo, ya que económicamente no me lo podía permitir. Así que hay un lado "bueno"; por decirlo de alguna manera, toda mi familia sigue viva.

 - ¡Soldados! ¡Hora de entrenamiento! ¡Dos minutos! - Dijo el sargento Ridels a gritos desde la plaza.

Le di un codazo a Sahára; ese el nombre de mi compañera, ella me tiró su almohada en forma de respuesta. Me levante y fui al baño a lavarme la cara, cepillarme los dientes y hacerme la coleta que nos obligaban a hacernos si queríamos conservar el cabello largo. 

Cuando salí Sahára ya no estaba, tampoco me molesté por saber donde estaba. Se podría decir que Sahára era muy madura y responsable para la edad que tenia, hacia todo por si sola. Era una chica de pelo cobrizo con alguna mecha rubia, ojos saltones de color miel, una fina y puntiaguda nariz la cual siempre estaba roja por el resfriado que Sahára cogía a menudo, unos labios pequeños los cuales tenia destrozados y secos. Era la típica chica bajita y gordita la cual tiene pinta de caer bien a todos, pero no, era al contrario, casi todo el mundo la odiaba, menos yo. No era amable, siempre contestaba borde y seria a cualquier chiste o cosa graciosa. Nunca hablaba con nadie, mas que con los soldados y alguna vez conmigo pero al hablarme nunca me miraba a la cara. Ella prefería quedarse sola en un rincón donde nadie pudiera saber de su existencia.

Me acerqué a mi armario, cogí mis pantalones de camuflaje, una camiseta negra de tirantes y la chaqueta que iba a juego con los pantalones. Siempre íbamos igual vestidos, teníamos siete veces lo mismo, uno para cada día de la semana, aunque los soldados todavía guardaban nuestras pertenencias. Intenté vestirme lo mas rápido posible; iba a llegar tarde de todas formas, pero bueno."

Esto es lo que escribí en su día. Ahora que lo he vuelto a leer me estoy pensando en continuar la historia y luego haber que pasa. Dejarme en los comentarios haber que os parece y todo eso. Espero que os haya gustado esta entrada.

2 comentarios:

  1. Está muy bien!
    Es en plan post-apocalíptico y ciencia ficción
    Podrías escribirla en wattpad *O*

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